Sunday, April 17, 2005

diálogo interno confuso para mi otro yo

¿por qué cuando tenemos lo que más queremos hacemos todo para perderlo? Éste es el nick de erick nieto, amigo mío de hace muchos años. El pasto siempre será más verde en otra casa, o como diría daniel, el allá siempre será mejor que el aquí.
Escucho adagio sostenuto de mondshein sonate de Bethoven. O sea, claro de luna primer movimiento de el buen Ludwig Van, como dirían en la Naranja Mecánica. O suntuosa pieza de piano que en algún momento de mi vida toqué en totalidad estremeciendo las cuerdas del petrof de mi padre con tal sentimiento que levantarían el ánimo de su humilde escritor.
Preguntas como las iniciales nos las hacemos muchos diariamente al sentir la presencia de dios, la ausencia de alguien o cuando simplemente nos comparamos con personas que consideramos inferiores o muy de vez en cuando, superiores, ya que como buenos mexicanos, no creemos que pueda existir alguien con más capacidad de entendimiento de todo que nosotros mismos.
¿En que se diferencian una persona que se cuestiona y otra que no lo hace? Carajo, muchos que piensan creen que los que no piensan son pendejos, pero a veces, me encantaría no estar consciente de absolutamente todo lo que me rodea y sonreir, tal vez reírme un poco de lo que considero absurdo y vano. Tal vez una servilleta puede ser causa de cambio de tema. Hasta ser un tema de conversación en sí. ¿por qué no puedo ser “pendejo” (como le llamamos nosotros)? ¿Por qué no puedo tomar menos en serio el sufrimiento de todo lo que me rodea? Tomarme tiempo para mi mismo.... imposible, no tengo tiempo nunca para arreglar mis problemas, tengo una escuela, grupo y amigos que atender primero. Lo escribo como sarcasmo potencial, pero lo siento como mi piel. Ir al psicólogo? No, es un amigo al que le pagas, además yo puedo salir solo de todo problema, siemrpe lo he hecho, además, nunca me he decidido a hacer algo sin lograrlo. Egocéntrico, pendejo, deja de ser así.
Quisiera regresar a la edad cuando los domingos podía nada más pensar en todo lo que me rodeaba disfrutándolo. Sin tener que responder mis propias preguntas. Como cuando nos íbamos a desayunar a algún lugar “lejano” (más de 30 minutos de transcurso estarían involucrados en nuestra trayectoria) y nos quedábamos ahí algunas horas más para convivir, relajarnos, carajo, DESCANAR.
Extraño soñar. Dormir por gusto, y no como un requisito para poder seguir analizándome en algunas horas, cuando me aburriera en una clase para salir a estimular mi curiosidad del “por qué” y seguir desconfiando de mi mismo. Si alguien ve a Dios, díganle que necesito hablar con él desde hace unos años, pero no hay prisa.

Posted by cesarsimon @ 9:28 AM

Read or Post a Comment

<< Home