Sunday, January 15, 2006

A ti, maldito cobarte.

Estaba cantando. Estaba a 10 metros de mi casa, decidiste que nadie iba a estar en paseo jurica, calle por la que pasas diario para llegar al puto pueblo que se encuentra entre esta colonia y juriquilla, delante de ti. Aceleraste. Frenaste. Bis. Bis. Bis. Direccional. No la viste. Pasaron 10 segundos, seguiste acelerando. Y frenando. Me frené desde el edificio de telmex. Poco a poco. Tu no lo notaste. Me lastimaste la espalda. Y la cajuela. Mi coche vuelve a ser digno de ponerlo a la entrada del tec para provocar susto. Te largaste. Te pelaste. Te seguí. OBVIAPUTAMENTE los putos cerdos llegaron 1 minuto tarde. Nadie te encontró. Fui al ministerio a levantar una denuncia. Necesita 4 copias de su factura. Y de su identificación. Claro, no las cargo conmigo. Las cuatro copias, no la ID. Hoy es cumpleaños de mi padre. Me duele la espalda y son las 5 de la mañana. Maldito seas, maldito borracho de mierda cobarde. Ah, y claro. La camioneta negra sr5 toyota… no tenía placas. ¿por qué? Por ser puta ilegal. “Vengo de una fiesta, y no tengo porque guardar distancia”. “yo también, pero no estoy completamente alcoholizado. Como tú.” Tienes de dos sopas, dijiste. Chingas a tu madre. Mi coche vuelve a estar mal. Probablemente mi espalda no está bien, siento punzadas y tu estás jetón en tu cama sintiéndote el más chingón del mundo porque te pelaste. Te pelaste. Chingas a tu madre. Maldito cobarde